HISTORIA GENERAL DEL CABALLO ARABE



El caballo de raza árabe debe su reputación a su inteligencia, carácter fuerte y resistencia sobresaliente. Con una cabeza distintivamente acincelada y la cola siempre en alto, el caballo árabe es una de las razas de caballos mejor reconocidas en el mundo.

Siendo una de las razas de caballo más antiguas, existe evidencia arqueológica de hace 4.500 años de caballos muy similares a los árabes modernos. En el transcurso de la historia, caballos árabes del Medio Oriente fueron esparcidos alrededor del mundo por el comercio y las guerras. También fueron extensamente usados para mejorar otras razas al añadir velocidad, refinamiento, resistencia y buena estructura ósea. Hoy día, las líneas árabes se pueden encontrar en casi cada raza moderna de caballos para montar.

Se desarrolló en un clima desértico y era valorado por los nómadas beduinos, quienes frecuentemente los alojaban dentro de sus tiendas para cubrirlos y protegerlos.Esta relación cercana con los humanos crea una raza de caballo con buena disposición, rápido para aprender, y dispuesto a complacer. Pero el caballo árabe también desarrolló el carácter fuerte y el estado alerta necesario en un caballo usado para los asaltos de las guerras. Esta combinación de disposición y sensibilidad requiere que los dueños modernos de árabes traten sus caballos con respeto y mucha habilidad.

"El versátil árabe" es el lema de la raza. Los árabe compiten hoy en muchos campos de actividad ecuestres, haciéndolos una de las 10 razas de caballo más populares en el mundo. Los caballos árabes hoy se pueden encontrar en todo el mundo, incluyendo Estados Unidos y Canadá, el Reino Unido, Australia, Europa continental, Sudamérica (especialmente Brasil), y en tu tierra de origen, el Medio Oriente.






Características de la raza: 
Un caballo árabe joven, demostrando perfil cóncavo, cuello arqueado, trasero nivelado y la cola en alto.Los caballos árabe tienen una cabeza en forma de cuña y bien refinada, frente amplia, ojos grandes, fosas nasales grandes y hocicos pequeños. La mayoría despliega un perfil distintivamente cóncavo. Muchos árabes también tienen un pequeño aumento en la frente entre los ojos, llamado "jibbah" por los beduinos, que añade más capacidad en los senos paranasales. Se cree que esto ayudo a los caballos árabes en su natal clima seco y desértico.

Otras características distintivas son su trasero relativamente largo y nivelado y su cola en alto. Los árabes de buen linaje poseen caderas profundas y bien anguladas, también hombros con buena caída. La mayoría tienen cuerpos compactos con espaldas cortas. Algunos, y no todos, tienen 5 vértebra lumbares en vez de las usuales 6, y 17 en vez de 18 pares de costillas. De esta forma, aunque un árabe sea pequeño, puede cargar un jinete pesado con facilidad.

Los árabes normalmente poseen huesos fuertes y densos, patas fuertes y buenas paredes en los cascos. Se les prefiere especialmente por su aguante. Los árabes tienen balance natural, agilidad y empuje, cualidades originalmente esenciales para un caballo de guerra en el desierto, y que hoy se ven en varias disciplinas competitivas.


Tamaño: 
El estándar de raza para los caballos árabes, según United States Equestrian Federation, describe al árabe de pie entre 143,3 cm y 153,4 cm de altura, con algún individual ocasionalmente un poco más bajo o más alto. Por eso, todos los árabes, sin importar su altura, son clasificados como "caballos", aunque 144,3 cm es la altura divisiva entre caballos y ponis. Por la razón que muchos dueños de caballos en Europa y América prefieren animales más altos, el árabe ha sido cruzado para añadir altura, y hoy, muchos árabes miden entre 152,4 y 162,6 cm .

Temperamento:
Por siglos, los caballos árabes vivieron en el desierto en asociación cercana con humanos. Solo a los caballos con buena disposición natural se les permitía reproducir. Los árabes son hoy una de las pocas razas en las que el United States Equestrian Federation permite que niños/niñas demuestren sementales en eventos competitivos limitados a jinetes menores de 18 años.

Por otro lado, al árabe también se le clasifica como una raza de "sangre caliente", una categoría que incluye otros caballos refinados y de carácter fuerte que se les cruza para obtener velocidad como el purasangre y el bereber. Como otros caballos de sangre caliente, la sensibilidad e inteligencia de los árabes permiten un aprendizaje rápido y mejor comunicación con sus jinetes. Sin embargo, su inteligencia también les permite aprender malos hábitos con la misma rapidez con la que aprenderían buenos hábitos. Rápidamente pueden perder la confianza en un jinete inexperto y no toleran prácticas de entrenamiento ineptas y abusivas.

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